Os deseamos una Feliz Navidad, sana y llena de fe y amor
Nos vamos. Para volver. Y como siempre, cuando hacemos una pausa, la acompañamos de unas palabras de despedida. Palabras que, en esta Navidad, salen de nosotros rebosantes de calor, de sentimiento de pertenencia, de esperanza en el futuro, y de un orgullo que cuesta trabajo embridar. Orgullo de nuestros alumnos, de sus familias, de un claustro que se deja la piel semana tras semana, de una Asociación que nos provee de lo necesario para seguir bregando en el camino de la formación de mentes y de almas.
En esta Navidad que, como sabéis, da paso a un año muy especial en el que cumplimos nuestras primeras 75 primaveras, teníamos ganas de darle relevancia a un proyecto señalado, del que ya os dimos cuenta en esta web. Y es que vamos a criar, en nuestro colegio, embriones de tiburón que, una vez nazcan, llevaremos al Mediterráneo para dejar en libertad. Sí, suena a locura… pero no lo es. Es, como nuestro lema de este año, cuidado de vidas; es, en definitiva, educación.
De hecho, ya deberían estar los embriones aquí, y nosotros lo tenemos todo preparado, pero, a consecuencia del cambio climático, resulta que los apareamientos entre los cetáceos está demorándose más de lo habitual. Aquí los esperamos con los brazos abiertos y su hogar preparado: una habitación totalmente oscura e insonorizada, una pecera donde la temperatura es constante, y un montón de atenciones dispuestas para ellos.
En la fiesta navideña con temática de fondo marino convertimos los pasillos del centro en un acuario, y, después de un chocolate con churros y roscón, y de un montón de actuaciones, incluidas el encendido de la iluminación navideña, la danza de los tiburones y la visita de los Reyes Magos, invitamos a nuestras familias a recorrerlos.
Aun ahora, dos días después, cerramos los ojos y podemos ver la imagen del asombro reflejada en los rostros de nuestras familias. Y, de inmediato, nada más localizar a alguno de los profesores, una idea mil veces repetida en distintas frases: «Enhorabuena, qué bonito está todo, este año os lo habéis trabajado de verdad».
Y creednos si decimos que no hay nada más gratificante para un docente que recibir el halago de aquellos que dejan a sus hijos tantas horas en nuestras manos, en la esperanza de que se los devolvamos cada tarde un poquito mejores, un poquito más sabios.
Lo que oculta la punta del iceberg
Y dicho todo esto, vayamos a lo importante, que es lo que no se ve. Como en el título de la novela de Lucía Etxebarría, «De todo lo visible y lo invisible», nosotros sabemos que lo verdaderamente importante es lo que está ahí, indetectable a la vista, pero dejando una marca indeleble.
Hablamos de las horas de desvelos pensando en la mejor forma de ayudar a ese alumno que odia las matemáticas, o del que no puede con la lectura. Hablamos de cómo gestionar las bajas cuando un profe se enferma, de las horas de refuerzo, de las guardias, de los recreos, de la relación con las familias que no están de acuerdo en algunas de las cosas que hacemos -estáis en vuestro derecho, faltaría más-.
Hablamos de las dificultades de aprendizaje, de la educación en valores, de los niños con diversidad funcional que necesitan una atención más personalizada. O de aquel que sufre porque en casa las cosas no van bien, y se trae la pena al colegio; o del que tiene dificultades para integrarse con los demás.
Todos son pedacitos de nosotros, sagradas responsabilidades a las que nos consagramos. No podéis imaginar cómo es un día en el colegio. Si fuéramos futbolistas podríamos decir, con todo el orgullo, que dejamos la camiseta empapada en sudor.
Por eso es bueno que todos, profes, padres y alumnos, aprovechemos estas fechas de freno y revisión, de introspección y fe, de descanso y planificación, y pensemos en qué queremos y cómo queremos hacerlo… y lo pongamos en marcha sin más dilación.
Descansad. Disfrutad. Sed felices. Que Dios os acompañe, que estéis rodeados de seres queridos. Que tengáis salud. Y que el año nuevo nos encuentre dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos.
¡Feliz Navidad! Os dejamos con unas fotitos: