«El Museo es como una gran ciudad, como un ser vivo en el que hay sitio para todos». Con estas palabras comenzó «Marga», la guía del Museo del Prado, el taller que 15 alumnos de Segundo Formación Profesional Básica del Sagrado Corazón han disfrutado este mes de noviembre, en el que han tenido el privilegio de conocer «las tripas» de esa «ciudad» y crear sus propias obras de arte.
Este taller forma parte de un programa del Museo llamado «Marcos de mira» cuyo principal objetivo es acercar la pinacoteca, una de las mejores del mundo, a una población poco habitual, que quizá no acuda a los museos de arte muy a menudo, en muchas ocasiones seguramente por la errónea convicción de que eso esta hecho para «gente más culta».
«Este lugar -explicó Marga- nos pertenece a todos. Es historia de nuestro país, de nuestra cultura, y está y debe estar al alcance de todos nosotros». También estuvo presente una artista actual, Miren Doiz, que explicó a los alumnos un montó de cosas relacionadas con la forma de ver y entender el arte.
El taller se realizó durante dos tardes. En la primera, a nuestros chicos se les separó en grupos y se les dio una tablet a cada uno con la que poder hacer fotos a tres grandes obras de arte del museo: Las meninas de Velázquez, El lavatorio de Tintoretto y ¡Aún dicen que el pescado es caro! de Sorolla. Durante unos minutos Marga desgranó las peculiaridades de cada pintura, nos habló brevemente de sus autores y nos contó qué querían decir y por qué pintaron lo que pintaron y de la forma en que lo hicieron.
Después, a cada grupo se le daba unos minutos para hacer una foto utilizando como marco -de ahí el nombre del taller», una diapositiva antigua.
En la segunda sesión, una semana después, los alumnos, por grupos, y acompañados por la artista Miren Doiz, imprimieron las fotografías que habían hecho en la sesión anterior y crearon una composición como las que os mostramos a continuación, en las que reflejaron su particular mirada sobre las obras de arte:
Por último, os dejamos otras fotitos de las fantásticas jornadas que, como los propios alumnos nos reconocieron, les han hecho ver los museos e incluso el arte, de otra manera: