Hay tradiciones que son referentes vitales. Su ciclo anual nos engancha al día a día, nos sirve de ancla, nos dan sentido de pertenencia y de comunidad. Es lo que pasa con la fiesta de nuestro Patrón, San Isidro. Así que el pasado martes (para que pudieran estar también los alumnos de Secundaria), volvimos a convertir el patio en nuestra particular Pradera.

Una vez más, como viene siendo habitual, abrimos de par en par las puertas del Colegio para que los padres y las madres de nuestros alumnos pudieran ver a sus chulapos y chulapas, tan castizos ellos, tan deslumbrantes para la ocasión…

A las provisiones que aportó el colegio se unieron todas las que por la mañana habían traído los alumnos: dulces, barquillos, rosquillas, zumos, refrescos… que luego, empezando por los más pequeños y acabando por padres y madres, fuimos consumiendo en la otra vez no tan calurosa tarde vallecana. Ya son dos años que el clima se porta bien y las olas de calor esperan su turno hasta el verano. ¡Gracias, clima!

En esta ocasión, el profe de música de Primaria, Javi, nos tenía preparada una sorpresa, ya que los alumnos de Infantil (gracias a las profes, tremenda su implicación y trabajo) primero, y de Primaria después, se marcaron un chotis de los buenos siguiendo los míticos compases del Madrid, Madrid, Madrid. (Al acabar tuvimos que pasar la fregona al patio para limpiar las babas de papás, mamás y abuelos ;-))

Como siempre, los alumnos de FP colaboraron con el profe Fran en la música y entre todos, dirigidos por Óscar, engalanamos el patio con guirnaldas y carteles castizos.

Fue un día precioso. Un preludio ideal de las semanas de esfuerzo que vienen que irán a dar a un verano largo y seguro que lleno de aventuras y emociones. Pero antes de pensar en él, nos vamos a centrar en acabar el curso lo mejor posible. Mucho ánimo a todos. Os dejamos con unas fotos del día.