Así fue la fiesta con la que celebramos nuestros tres cuartos de siglo en el barrio
En las últimas semanas, ya habíamos ido calentando el ambiente. Primera parada, la reunión de la recientemente creada Asociación de Antiguos Alumnos. Una de esas tardes en las que te dejas arrullar por la nostalgia, te prometes no volver a desaparecer de la vida de gente tan especial y te dedicas a inventar futuros en común.
La segunda parada fue digital. Para más señas, nuestro canal de instagram. A través de esta vía, compartimos los muchos mensajes de felicitación de cumpleaños que hemos recibido. En algunos casos de personas famosas, como los escritores César Pérez Gellida, Blue Jeans o Jero García; el humorista Leo Harlem; la presentadora de Antena 3 Verónica Dulanto, el ex ciclista y también presentador Pedro Delgado, o el Cardenal Arzobispo de Madrid, el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. José Cobo Cano. Y otras no tan conocidas pero muy importantes en nuestra historia, porque son ellos quienes la han hecho durante tantos años que la memoria se pierde en el pasado. Hablamos de Ángel Cardeñosa, de Lola Bogas o de Isabel Poveda, «Chispi».
A través de nuestra plataforma notificamos los horarios, las actividades que se podrían realizar durante la fiesta… Y los regalos de la rifa, que este año venían bien cargaditos con tres bicicletas eléctricas personalizadas con nuestro logo del 75 aniversario.
Y por fin llegó el gran día. Viernes, 14 de junio. El día del Sagrado Corazón de Jesús. Nuestro septuagésimo quinto aniversario. Tres cuartos de siglo implicados en la formación humana y profesional de miles de jóvenes en Vallecas.
La ocasión merecía una fiesta que estuviera a su altura.
Y eso hicimos.
En primer lugar, como no podía ser de otra manera, tuvimos una Misa en el patio oficiada, cómo no, por nuestro capellán Pedro Pablo Cano Santacruz, a quien además debemos felicitar por su ascenso a Arcipreste. Además, estuvo acompañado por nuestro consiliario, el padre Juan Carlos Mateo, que hizo un gran esfuerzo para poder venir a concelebrar.
A la ceremonia a la que acudió la plana mayor de la Asociación Padre Pulgar, a quienes que desde estas líneas queremos reconocer su esfuerzo, generosidad y altruismo, cualidades sin las que probablemente no habríamos llegado a cumplir estos 75 años.
En una ceremonia sobria, sentida y elegante, estuvieron presentes además todos los cursos y todos los docentes que forman parte del colegio. Empezando por Infantil y terminando por nuestras alumnas de Enfermería. Éramos más de 400 personas en un patio engalanado para la ocasión, y protegido por dos amplias carpas que nos evitaban las penurias de la insolación.
La tarde comenzó también con acto religioso, esta vez más recogido e íntimo. En ambas ceremonias, en las que participaron las dos directoras, Conchi Martos y Mercedes Márquez, y el jefe de Estudios, Manuel Vadillo, los alumnos, padres, docentes, y personal de servicios tanto de Primaria y Secundaria como de Formación Profesional, leyeron bellas peticiones a las que todos nos adherimos espiritualmente. También pudimos gozar de unas encendidas palabras de alabanza cristiana y de fe en nuestro Colegio en los labios de nuestro vicepresidente, D. Julio Barrera.
A la conclusión de esta segunda ceremonia, el presidente de la Asociación, Eduardo Soriano, hizo entrega de cuatro premios especiales concedidos por el Colegio Sagrado Corazón a personas o entidades cuya inestimable colaboración es o ha sido esencial para la evolución del Colegio:
- La Fundación Endesa, cuyo premio fue recogido por D. Juan Ignacio Ferrer Bogas
- La Empresa Municipal de Transportes, EMT, cuyo premio recogió Dª. María Dolores Sánchez Alhambra.
- Un amigo del colegio, generoso mecenas, que siempre tiene un minuto y un recurso con el que ayudarnos. D. Jaime Igea López-Fando
- Un miembro de la comunidad educativa, en concreto padre de dos alumnos de Primaria, cuya implicación en la construcción y mantenimiento del huerto ha sido y es imprescindible. D. Juan Vicente Guerrero.
A las 18:30 se abrieron las puertas del Colegio para alumnos, familias y amigos. ¿Y cómo describirlo? Parafraseando al maestro Joaquín Sabina… «Cómo va a caber tanta alegría en una canción».
La fiesta fue espectacular. Hubo muchas actividades para que los pequeños se entretuvieran: castillos hinchables, pesca de patos, futbolín, pimpón, máquina de boxeo en la que los más fuertes demostraron su capacidad de golpeo, juegos de lanzamiento y precisión, pintacaras, mercadillo, una barra en la que comprar tentempiés para soportar el cansancio de tanta actividad…
Mención especial merece el trabajo que hicieron los alumnos de Formación Profesional, que estuvieron muy comprometidos no solo acompañándonos durante toda la tarde, sino participando como los que más en la preparación previa de todo lo necesario -y creednos que hace falta mucha preparación si quieres que todo salga bien-.
Todas esas horas centrales de la tarde estuvieron amenizadas con la música que tan limpia y potente salía de nuestro flamante nuevo equipo con el que, desde ya, hemos subsanado cualquier carencia que pudiéramos haber tenido en el pasado.
Bebimos, saltamos, sudamos y charlamos. Mucho. Familias entre sí, con otras familias, con los profes, con los amigos, con los ex alumnos que quisieron estar con nosotros… Luego hicimos todos una pausa para comprobar si habíamos sido agraciados con algún premio de la rifa… Y, escondiéndose ya el sol, comenzamos a desalojar y a preparar el patio para un nuevo día de clase que nos esperaba al lunes siguiente.
Nos quedamos todos muy felices. Como epílogo, una gran mayoría del Claustro se fue a tomar una merecida cena con la satisfacción del trabajo bien hecho. Mirad qué caras de alegría teníamos:
Gracias a todos lo que habéis participado, de una u otra forma. Estamos muy orgullosos de nuestra comunidad educativa.
Os dejamos con unas cuantas fotos del día. Y seguimos!
