No hay nada más emocionante y tierno que un colegio en Navidad. El ritmo vital es frenético; la alegría, contagiosa; y las clases tradicionales y los exámenes de recuperación se ven obligados a hacer hueco a decenas de otras actividades también esenciales para la formación humana de los alumnos. Allá donde uno pasee escuchará, como si estuviera en una academia de música, a grupos de alumnos ensayando canciones y bailes para el festival de Navidad.
Los días previos al festival son como un paseo entre bastidores minutos antes de comenzar la función. Todos hacen de todo… La directora da los últimos retoques al belén -tenéis que ver los pedazo de belenes que hemos creado este año- con el que nos presentamos al concurso anual entre los colegios de Vallecas. El jefe de estudios diseña y estampa con sus propias manos las camisetas para el «staff» que compondremos los profes. Los tutores ensayan sus espectáculos y coreografías. Los profes de todas las especialidades decoran pasillos, puertas, aulas…
En un rincón se empiezan a acumular decenas de kilos de comida que irán a la parroquia San Timoteo, en nuestro habitual acto de compartir con los que más necesitan. El árbol de Navidad se va llenando de dibujos que llevan al cielo los más puros deseos de los más pequeños de la escuela. Los mayores organizan sus competiciones deportivas. Mónica y Diana preparan, en Secretaría, las papeletas de la rifa y los regalos que repartiremos entre los agraciados… Todo el mundo tiene algo entre manos. La energía es mágica.
Hemos hecho un pequeño vídeo para enseñaros todo eso y para calentar los motores de la gran fiesta de mañana. Una fiesta que va a ser la más especial de los último años, porque desde 2019 no habían podido entrar las familias al centro a compartir con nosotros. Como un niño ante la noche de Reyes, nos consumen las ganas de compartir. Un ratito queda, nada más. ¡Os esperamos¡