Lo primero: gracias. A las familias de nuestros alumnos, que acudieron masivamente a la llamada para compartir una tarde de amistad y cordialidad en en patio del colegio, que tantas ganas tenía de volver a ser el centro de atención.

Y gracias también por vuestra generosa colaboración. Con vuestra participación en la tradicional rifa, con vuestra compra de comida, refresco y palomitas, así como los tickets de los castillos hinchables, mostrasteis vuestra solidaridad y apoyo al centro y arrimasteis el hombro para alcanzar el objetivo que queremos todos: un colegio mejor, con las mejores instalaciones posibles y los mejores recursos.

La tarde comenzó, como no podía ser de otra manera, con la misa oficiada por nuestro capellán Pedro Pablo. Maestros, miembros de la Asociación, padres, madres y alumnos nos unimos en torno al Sagrado Corazón y compartimos una bella liturgia.

Luego, la locura. La venta de «sagraditos» para que el dinero no estuviera danzando de un lugar para otro, las colas en la máquina de las palomitas, los brincos en los castillos, los paseos por el mercadillo solidario, las partidas de ajedrez, las de pin pon, las charlas de unos y otros, la música animando la tarde. En un rincón varios históricos del colegio creando la Asociación de ex alumnos del Sagrado…

Llegado el momento, la atención se concentró en la rifa. Hubo muchos agraciados, hasta quince, que se llevaron juegos, puzzles, material de colegio, dos becas de excelencia anuales, una tablet y dos bicicletas, una de ellas eléctrica.

Y al final, ya casi de recogida, más música, más animación y las despedidas de rigor.

Nos encantó teneros. Disfrutamos de vuestra presencia, escuchamos las recomendaciones para mejorar en próximos eventos. Y nos fuimos todos a casa contentos y satisfechos. Como debe ser.

Gracias por estar. Gracias por formar parte de esta familia. Y preparaos, que el año que viene cumplimos 75 años y tendremos que dar la campanada como se merece.

Aquí os dejamos unas fotitos para recordar la fiesta: