El pasado martes 1 de abril, nuestro patio de infantil se llenó de risas, hojas secas y mucha, mucha imaginación. Los alumnos de Educación Infantil compartieron una jornada muy especial con sus compañeros de tercero de primaria en una actividad que unió juego, naturaleza y aprendizaje de una forma única.

Los pequeños exploradores, acompañados por los mayores del cole, se lanzaron a la misión de recolectar hojas, palos y otros tesoros naturales. Con la emoción a flor de piel, formaron grupos y comenzaron a llenar sus bolsas entre risas, descubrimientos y algún que otro “¡Mira lo que encontré!”

Pero el verdadero reto vino después: con todo el material recolectado, ¡tocaba construir muñecos! Y no unos cualquiera… hablamos de auténticas obras de arte ecológicas. Algunos tenían peinados con hojas secas, otros brazos larguísimos de ramitas… La creatividad voló alto ese día.

Nuestros alumnos de tercero se convirtieron en verdaderos guías, ayudando a los más peques a dar forma a sus ideas. Fue precioso ver cómo enseñaban, escuchaban y se convertían en modelos a seguir por un ratito. Y lo mejor: ¡lo hicieron con una sonrisa de oreja a oreja!

La actividad fue un éxito. Se fortalecieron lazos entre edades, se fomentó el trabajo en equipo y, sobre todo, se sembraron valores como la cooperación y el respeto por la naturaleza.

Al final de la jornada, cada niño se llevó su muñeco. Una experiencia que nos recordó que, cuando aprendemos juntos, todo es más divertido.

¡Gracias a todos los que lo hicisteis posible!